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La Haya

Mokusatsu: Una palabra; dos lecciones

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Cultura neerlandesa

Este articulo fue originalmente publicado en un informe de la estadounidense Agencia de Seguridad Nacional (NSA), y luego desclasificado. El nombre del autor quedó clasificado. Traducido de inglés al español.

Mokusatsu -suru, v. no tomar en cuenta; mantener el trato (cualquier cosa) con desacato silencioso; ignorar [con silencio]; permanecer en una sabia y magistral inactividad.

La historia de cómo una mala traducción de la palabra japonesa mokusatsu, hizo que los Estados Unidos tomaran la decisión de tirar la primera bomba atómica en Hiroshima, es bien conocido entre lingüistas. Pero a lo mejor no estaría mal resumir la historia para los que no la conocen, y con la esperanza de que el lector pueda evitar cometer los dos trágicos errores lingüísticos que la historia resume.

En Julio de 1945 los líderes aliados en Potsdam enviaron una fría declaración con las condiciones de la rendición japonesa, y esperaban con angustia la respuesta de Japón. Una condición era,  que cualquier respuesta negativa, invitaría a la «rápida y completa destrucción». Truman, Churchill, Stalin y Chiang Kai-Shek afirmaron que esperaban que Japón aceptara su rendición incondicional, y previniera la devastación de la patria japonesa, y esperaban pacientemente la respuesta de Japón.

Cuando los periodistas en Japón preguntaban el presidente Kantaro Suzuki por alguna respuesta a la declaración de Potsdam, Suzuki, contestó que no quería comentar. Era un tipo de respuesta estándar a periodistas, porque su gobierno no había tomado ninguna decisión todavía. Usó la palabra mokusatsu, que proviene de la palabra japonesa  ‘silencio’. Pero como se puede ver en la entrada del diccionario, la palabra tiene más significados, diferentes a lo que quería decir Suzuki en el momento. Pero así, la prensa internacional contó al mundo que en los ojos del gobierno japonés, la declaración y el ultimátum no valían respuesta. Oficiales estadounidenses se molestaron, y lo vieron como típico ejemplo de la fanática Banzai y mentalidad Kamikaze, y decidieron pasar a medidas severas. Dentro de 10 días la decisión fue tomada, lanzaron la bomba atómica, e Hiroshima fue aniquilada. Casi sin excepción, cada vez que se cuenta esta historia, mencionan el caso de la mala traducción. Una revista lo llamó «la traducción mas trágica de la historia,» y es verdad que queda poca duda en la culpabilidad del traductor.

Mucha gente – especialmente no educada en lingüística – piensa que cada palabra en un idioma, tiene su pareja exacta en otro idioma. Entonces, alguna palabra en el idioma A, solo puede significar una cosa en el idioma B, y sería exactamente lo que significa también en el idioma A. Obviamente, no es así. Gente diferente, con distintas culturas ven las cosas de manera diferente, y su idioma reflexiona su diferente punto de vista.

Por ejemplo, con seis animales que son comunes en diferentes regiones, un idioma lo podría categorizar en 2 clases por su tamaño y solo tener dos palabras (una para animales grandes y otra para pequeños); otra gente podrían usar los hábitos como criterio y también solo tener dos palabras (una para carnívoros, otra para herbívoros) describiendo diferentes grupos de animales. Otra gente podría dividir por color y terminar con cuatro palabras en su idioma, y otra gente a lo mejor no hacen ninguna división y tienen seis palabras diferentes. También es posible que otro grupo tenga diferentes nombres para machos y hembras (como el español conoce la vaca y el toro, el caballo y la yegua,  entre otros) y terminar con 12 palabras para el mismo grupo de animales.

Otro problema lingüístico es que algo común en algún idioma, puede ser un concepto completamente desconocido entre hablantes de otro idioma. Si no conocen el concepto mismo, como pueden tener una palabra para ello? Es un problema frecuentemente encontrado por traductores de la Biblia. Cómo traducir por ejemplo ‘Cordero de Dios’ en un dialecto esquimal cuyo hablantes no tienen idea de lo que son ovejas? O como traducir ‘ancla’ en un idioma hablado por pueblos nómadas en el desierto del Sahara?

Muchas veces las palabras pueden ser traducidas literalmente, pero resultan en significados muy diferentes en ambos idiomas por diferencias culturales. Un misionario en África encontró un problema en una frase bíblica donde alguien estaba tocando la puerta.  En esa región, sólo los ladrones llamaban a las puertas y si alguien contestaba, salían corriendo. Sin embargo, los visitantes con intenciones honestas llamaban a la persona que estaban buscando por su nombre. El traductor cambió la frase, y en su biblia ponía que simplemente llamaban la persona. 

La traducción de la Biblia señala algunos de los problemas que existen para todos los traductores. Mientras versiones mas clásicas de la Biblia son libres de notas, traducciones mas recientes, ya sean protestantes, católicas, y judías, contienen notas abundantes, explicaciones de dudosas lecturas, versiones alternativas, comentarios sobre la incertidumbre acerca de ciertas palabras oscuras, etc. Fue un shock para muchas personas descubrir que Moisés, Jeremías y Jesús no hablaron la majestuosa prosa inglesa de la Biblia del rey Jacobo como su
lengua nativa, pero es un shock aún mayor descubrir que La Biblia con la que crecieron pudo haber contenido cuestionables traducciones.

Aunque no debería ser una sorpresa. A pesar de las diferencias culturales entre nosotros y los escritores originales de la biblia, también hay una diferencia de tiempo muy grande. Traductores modernos de la Biblia están correctos en admitir su incapacidad de grabar el preciso significado de viejas e oscuras palabras griegos y hebreos. Su complacencia en admitir sus limitaciones deberían servir como esplendido ejemplo para todos los traductores de ser honestos con la gente que tiene que leer su traducción. Si alguna palabra es capaz de tener diferentes significados, ese hecho debería ser comunicado al lector también, en el caso que no hay otra manera de investigar para clarificar la ambigüedad. 

Cualquiera que ha decidido traducir mokusatsu con solo un sentido (aunque es la primera definición en el diccionario), pero sin añadir que la palabra también puede significar algo mas, ha hecho un servicio horrible a la gente que usa su traducción. Esa gente no entienden el idioma japones, probablemente nunca van a ver el texto original, y nunca van a saber que usaron una palabra ambigua. Como principio, ese traductor anónimo debería haber añadido que el concepto tiene dos significados, para hacer posible una mejor evaluación de lo que dijo el presidente.

Pero lamentablemente, no fue así. La decisión fue tomada a base de la única traducción que había; y la consecuencia fue desastrosa. Por supuesto, el caso de mokusatsu es un extremo, pero hay muchos mas ejemplos de palabras que tienen otros significados en otros idiomas, y que pueden llegar a ser peligroso cuando no se explica bien. Imagínate un informe que algún campesino Cubano ha puesto una nueva bomba en la frontera de la Bahía de Guantánamo. Se puede imaginar la respuesta del ejercito estadounidense, especialmente cuando nadie les explica la diferencia entre una bomba de bicicleta y una bomba sucia.

Muchos traductores dudan en admitir públicamente que no pueden dar un preciso equivalente de un texto ambiguo. A veces simplemente se equivocan cuando eligen una opción. Aunque a veces no solo es la culpa del traductor; incluso si los oficiales estadounidenses supieron que el presidente usó la palabra mokusatsu, probablemente no creerían que pudiera ser traducido de dos maneras. Probablemente, un oficial de alto rango en el Pentágono preguntó al traductor japonés sobre mokusatsu y luego se negó a creer la historia sobre los dos significados. Casi se puede imaginar a este coronel golpeando su escritorio y gritando con la cara roja: «¿Qué me dices que la palabra significa «estoy manteniendo silencio,» o «lo estoy tratando con desacato silencioso»? «No se puede presentar ese tipo de dudas, tenemos que presentar hechos claros.» 

Pero incluso si realmente fue así, no es completamente la culpa del traductor. Lo creas o no, el verdadero culpable es Kantaro Suzuki, el propio presidente japonés. Después de todo, no habría habido ningún problema de traducción si no hubiera utilizado una palabra ambigua en relación a una declaración tan importante.

Sin embargo, los políticos son conocidos por preferir palabras que carecen de significado o están tan llenas de significados que nadie puede estar seguro de lo que quieren decir. Con toda probabilidad, la palabra mokusatsu fue bien vista por los políticos japoneses como su equivalente de «sin comentarios,» simplemente por llevar mas significados. Un político podría usarlo, y no estar diciendo nada de lo que no pudiera retorcerse más tarde; pero también le dejó la oportunidad de afirmar más tarde que durante mucho tiempo estuvo en contra del curso de acción en discusión. Términos como estos son los que Theodore Roosevelt alguna vez llamo «palabras de comadreja» porque los políticos les han quitado todo el significado de la misma manera que una comadreja chupa el contenido de un huevo.

Los políticos no son los únicos que usan palabras sin sentido. Los periodistas también son culpables de este pecado, y también lo son muchas personas en otros áreas.  Durante la Segunda Guerra Mundial la palabra ‘aircraft’ (aeronave) se convirtió en la palabra ‘de moda’ en ingles, a pesar de su vaguedad. He visto la palabra utilizada en traducciones con significados muy diferentes. Por ejemplo un avión, varios aviones, un bombardero, varios helicópteros, un hidroavión o un DC-4, entre otros tipos de aeronaves.

Pero los traductores o reporteros usaron cada vez la palabra ‘aircraft’ en títulos y textos. A veces fue necesario leer varios párrafos, o en un caso, tres páginas enteras, para encontrar un pronombre para saber si la palabra era singular o plural. E incluso he visto algunos documentos en los que quedo absolutamente imposible determinar si uno o varios «aircraft» eran o estaban destinados.

Hay muchos otros ejemplos de palabras ambiguas que podrían ser citado, pero creo que estos dos ejemplifican la segunda lección que se puede aprender del incidente de mokusatsu: tratar de evitar palabras ambiguas!

Hace algunos años recuerdo haber escuchado una declaración conocida como «La Ley de Murphy» que dice que «si puede ser mal entendida, será». Mokusatsu proporciona prueba adecuada de esa ley. Después de todo, si Kantaro Suzuki hubiera dicho algo específico como «Tendré una declaración después de la reunión de gabinete,» o «No hemos llegado cualquier decisión aún,» podría haber evitado el problema de cómo se traduce la ambigua palabra mokusatsu y las dos horribles consecuencias de su mala traducción: las bombas atómicas y este ensayo.

P.S. – Nota del traductor

Fue solo después de la destrucción de Hiroshima y Nagasaki por bombas atómicas, dos intentos de asesinato contra presidente Suzuki, un intento de golpe militar contra el Emperador, y una declaración de guerra de la Unión Soviética, que Suzuki transmitió la aceptación de los términos de la Declaración de Potsdam, es decir, la rendición incondicional, que puso fin a la Guerra del Pacífico, y la Segunda Guerra Mundial. El consenso de los historiadores modernos es que los Aliados habían entendido la palabra correctamente, aunque probablemente este ensayo no fue dato publico todavía cuando el historiador estadounidense Chalmers Johnson escribió en 1980:

‘Dado que los símbolos de mokusatsu significan’ muerte silenciosa,’ los comentaristas más informados creen que los Aliados no tradujeron mal a Suzuki. Si realmente quiso decir ‘sin comentarios’, eso no es lo que dijo, y mokusatsu no lo implica, ni siquiera de manera indirecta. Sin embargo, el hecho de que los japoneses sostengan que el matiz de Suzuki fue mal interpretado, ilustra la tendencia de los japoneses a refugiarse en supuestas malas traducciones «.

Fuente: NSA; Enlace original (pdf).

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